En el cielo hay una estrella y unos planetas de cuyos nombres no podemos olvidarnos
En 2015, la Unión Astronómica Internacional, organización que gestiona varios proyectos (NameExoWorlds) que recompilan nombres con los que posteriormente pueden ser denominados algunos objetos astronómicos, creó un concurso para renombrar el sistema planetario μ Arae (leído ‘mu arae’), situado a 49,8 años luz de distancia en la constelación Ara (el altar).
Para participar en la competición, que contó con la presencia de diversos países (Portugal, Italia, Colombia y Japón), instituciones como el Planetario de Pamplona – España, la Sociedad Española de Astronomía y el Instituto Cervantes, crearon una propuesta cervantina con el objetivo de rendir homenaje a Miguel de Cervantes y sus más importantes personajes.
Para la alegría de todos los involucrados en el proyecto, la propuesta cervantina fue la ganadora del concurso con más de 38.000 votos y desde entonces, la estrella se llama Cervantes y sus cuatro exoplanetas son Dulcinea, Rocinante, Quijote y Sancho.
Según comentó el Catedrático de Literatura Española de la Universidad Complutense de Madrid, Gonzalo Santonja, en una visita al Instituto Cervantes de São Paulo, “Cervantes era un hombre que vivía en el mundo de la cultura y leía hasta los papeles rotos de las calles y con él nace la Modernidad. Al escribir Don Quijote de la Mancha responde a los mejores parámetros de la literatura española y de la literatura castellana. Trata de escribir sin demasiado artificio y con mucha claridad llega al alma de las personas. Cervantes es la Modernidad”.
Quizá por todo eso, el escritor español esté considerado como la máxima figura de la literatura mundial. Cervantes fue, es y siempre será el creador que llevó la literatura española hasta las estrellas.
Cristiane Guerreiro
