¿Un Brasil español es posible?
Brasil es el único país de América del Sur en donde no se habla español, con un número de habitantes de aproximadamente 207.660.929 para 1° de julio de 2017 según las estimativas poblacionales del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas, IBGE, siendo que sus vecinos regionales son un componente fundamental en sus relaciones tanto sociales como económico políticas.
Las ciudades y estados fronterizos por ejemplo en constante contacto, con casos específicos y bien documentados en Uruguay y Argentina en donde las escuelas enseñan el español y el portugués indistintamente, cuyo emblemático caso de las ciudades de Ribera y Santana de Livramento, en donde las poblaciones pertenecientes a los dos países Uruguay y Brasil están separadas o unidas, según sea su perspectiva, solamente por una calle conviven con los dos idiomas desde siempre.
Pero la cercanía con el español no se limita a las ciudades y poblaciones fronterizas, la migración contemporánea regional significa un flujo de movilidad tanto de brasileños a los otros países de la región y viceversa, que hoy por hoy representa un componente en el área de estudios y trabajo que no se puede ignorar, los países a los cuales los brasileños mas viajan para vivir son Bolivia, Argentina, Uruguay y Paraguay y hasta hace poco tiempo Venezuela también se transformó en un país de emigración, en menor número los brasileños viajan para Ecuador, Colombia o Chile.
Ya las poblaciones de estos mismos países se movilizan a Brasil con similares motivos: estudio y trabajo siendo las principales ciudades de llegada São Paulo y Rio de Janeiro, y en menor proporción otros estados del sur del país también reciben principalmente estudiantes.
Los brasileños, por otro lado, también muestran interés en vivir o estudiar en Europa, siendo uno de los destinos escogidos España, cuya lengua también es español.
Otro tipo de movilidad, la que tiene que ver con turismo, crece para países en donde se habla español y el espectro de destino es mayor que apenas el sur americano, centro américa y principalmente la ribera mexicana y española, y el Caribe son fuertes destinos turísticos de la población brasileña.
Ya la globalización de las relaciones comerciales entre empresas de diversos portes significa también para Brasil una oportunidad de establecer vínculos con sus países vecinos y otros no tan cercanos en donde la lengua oficial es el Castellano.
Si queremos hilar más fino, también podemos decir que, si un brasileño decide vivir en los Estados Unidos de América, dependiendo del estado que escoja, necesitará saber más español que inglés, puesto este país se está transformando en el país número uno de hispano hablantes, sin que sea su lengua oficial.
Con este escenario es difícil no pensar que hablar español en Brasil deba ser parte de la oferta educacional formal y no formal.
Así, tanto en el sistema privado como público en el contexto educacional formal, a pesar de que español no es una lengua obligatoria, se realizan esfuerzos para que su aprendizaje sea constante, lo que significa para las nuevas generaciones, la posibilidad de vincularse al segundo idioma más hablado en el mundo, desde pequeños.
En el espectro de la educación formal podemos decir también que la literatura científica del mundo se traduce preferencialmente al español, encontrando bibliografía especializada en este idioma de las casas editoriales más importantes del mundo.
Pero ¿que sucede con los profesionales de la generación actuante? tanto en el ámbito de la economía, como en el educativo, los esfuerzos por que esta población vea como significativa a relación con otros idiomas, y para el caso que nos ocupa, el español, es aun difícil.
Sin embargo, la dinámica social se impone sobre la norma, las empresas, por un lado, cada vez más, exigen la certificación no solo en español si no en varios idiomas.
Las escuelas con una mayor presencia de alumnos que hablan otras lenguas, siendo la más importante, el español, en todos los niveles de formación: escuela, colegio, universidad muestran la imperiosa necesidad de la certificación en español.
Y es que no apenas hablar y entender un idioma es prueba de ello, a la hora de solicitar un puesto de trabajo, o de hacer la interlocución con sectores específicos como los educacionales, es fundamental tener la certificación del nivel del idioma con el cual se trabajará.
El DELE es el examen tradicional que cualifica sobre el nivel de español que una persona pueda tener y está validado por el Ministerio de Educación de España, pero ciertamente no es el único, la llegada de la tecnología ha significado que podamos contar con otras posibilidades, algunas de ellas restrictas a ciertas regiones o países y otras que abarcan un panorama internacional mayor.
Hoy me gustaría hablar de la certificación SIELE aprobada por el propio Instituto Cervantes detentor del DELE, la Universidad Autónoma de México, la Universidad de Salamanca y la Universidad de Buenos Aires, esta coyuntura de instituciones de primer nivel en el ámbito académico le otorga un reconocimiento internacional desde la perspectiva panhispánica, es decir, con el mayor número de particularidades regionales de la lengua española, variadísimas debido a la diversidad de lugares del mundo donde se habla este idioma.
Por otro lado, el examen SIELE que significa Sistema Internacional de evaluación de la lengua española, al igual que el TOFEEL que certifica en idioma inglés, se realiza por internet, y como este, abarca las cuatro habilidades más importantes: hablar, escribir, leer y escuchar.
Que se pueda realizar el examen SIELE por internet posibilita que el certificado tenga una connotación más humana y equitativa, ya que puede llegar a más lugares y personas, independientemente de su condición socioeconómica o de las distancias geográficas que los puedan separar de los grandes centros urbanos. Aquí en Brasil se puede encontrar centros para realizar la prueba en 19 estados federativos.
Otra gran ventaja, es que no es necesario realizar el SIELE Global, es decir, el examen total, que certifica en español con un máximo de 1000 puntos, si no que se pueden escoger entre cuatro modalidades que proveen de un informe de evaluación, con lo que se garantiza la suficiencia en cualquiera de las modalidades escogidas.
El tiempo máximo para adquisición del certificado o de los informes de suficiencia por modalidad se transforma en otra fuerte característica de este examen, ya que se los puede obtener en máximo 3 semanas por internet en el espacio restringido para el examinado, nuevamente, el cuidado por llegar a más personas en los más distantes lugares es un componente fuerte del SIELE. Les dejo aquí el link para que conozcan un poco más. https://siele.org/web/guest/home
Se entiende que, al certificarse en español, las posibilidades de actuación no solo se restringen al panorama brasileño, quien se certifica puede actuar en diversos puntos del planeta, en donde, por una u otra razón se requiere de este idioma en alguna o todas sus habilidades.
Mas, me anima decir que lo más importante es la perspectiva de la convivencia entre las culturas, que pueda colaborar con unos y otros para crecer en objetivos comunes como personas, en un diálogo multicultural que nos ayude a entender las particularidades culturales con el fin único de saber que no existen barreras idiomáticas en un mundo en donde cada vez más estamos muy próximos del otro y que para que esta cercanía ocurra, muchas veces no requerimos ni salir de casa.
Sí, en internet también el español es una de las lenguas más usadas en el mundo. Entonces ¿será qué es posible un Brasil español en América Latina y quién sabe viceversa?