Escribiendo relatos

La producción textual parte de una organización de las informaciones disponibles al hablante para que, con ellas, pueda elaborar un todo coherente, capaz de permitirle al receptor o destinatario la (re)construcción de uno o varios sentidos posibles. Las opciones de lectura tendrán su validad asegurada siempre que las hipótesis de descodificación atiendan a criterios lógicos del pensamiento, como la ordenación vertical de ideas – en que una noción servirá de peldaño para que se pueda acceder a la siguiente, hasta que se pueda establecer un nexo entre ellas -, o lateral – en que la que todo lo investigado puede o no mantener estricta relación con el elemento generador del análisis. Esa correspondencia es siempre necesaria y posible dentro del texto para que se pueda aprehender su sentido, sea de manera global o específica.

Atención al siguiente mensaje:

¿Qué informaciones podemos obtener de modo concreto o por inferencia? De manera lógica, trataremos de solucionar los siguientes interrogantes: quién/quiénes, cuándo, dónde, cómo, por qué y para qué. Pero el mensaje ofrece igualmente matices en los datos que nos sirven para calificar todavía más el contenido presentado:  lo sucedido no debe ser descubierto por nadie; Raúl y otra persona (u otras) están involucrados en el evento en cuestión, además de Miguel; Miguel no vive solo; el hecho aludido afecta de algún modo a los “viejos” (¿padres?, ¿abuelos?) de Miguel; pese a que Raúl y otra(s) persona(s) hayan ordenado todo, él (Raúl) se teme que alguien pueda descubrir el incidente o las circunstancias que han producido el mensaje. Por inferencia, consideramos que : Miguel y Raúl tienen una relación muy cercana (parentesco o amistad); lo relatado sucedió en la casa de Miguel (o en un sitio al que tienen igualmente acceso sus “viejos”); la descubierta de algún posible indicio podrá perjudicar a los involucrados (Raúl, Miguel y otro(s)); el episodio tuvo lugar hace poco tiempo, puesto que hubo que arreglarlo todo para que nadie se enterara de lo sucedido, dando idea de normalidad. Como vemos, nos faltan todavía el cómo, el por qué y el para qué relacionados al episodio aludido.

Si pedimos a alguien que nos cuente con detalles qué ha pasado, con base en los datos levantados anteriormente, el lector/receptor del mensaje tratará de completar los fallos o lapsos en la comunicación original para que la narrativa como un todo pueda presentar una secuencia necesaria. Para esa producción textual, el autor intentará conectar los elementos concretos y las elipsis rellenadas con nuevos datos “posibles” dentro contexto examinado. El textual resultante, en este caso, buscará organizar ese conjunto de elementos para que se alcance comprender lo comunicado en su plenitud.

Considerando el mensaje presentado, he aquí algunas sugerencias para la producción textual (oral o escrita) :

1. dar su versión de los hechos: contar lo qué sucedió, tratando de aclararlo todo;
2. escribir un mensaje con la probable respuesta de Miguel a Raúl;
3. dramatizar su versión de los hechos;
4. considerando que los “viejos” de Miguel se han enterado de todo, dramatizar una posible conversa entre ellos con el objetivo de pedir explicaciones (los viejos) y de explicarse (Miguel);
5. con base en las distintas versiones construidas y presentadas por el grupo, discutir sobre las consecuencias del acontecimiento y sobre qué reacción o conducta cada persona (de las llamadas a opinar) tendría respecto a lo narrado;

Para las alternativas “d” y “e”, darle al grupo la opción de presentación en video.

Reto: Con base en la imagen abajo, organiza tu plan de análisis de contenido. La imagen es igualmente un texto. Parte de los mismos interrogantes utilizados anteriormente y levanta las inferencias posibles ofrecidas para que se pueda llegar a los datos que faltan y, de esta forma, construir una versión completa que explique la situación abajo.

(https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcT3ZEtqL7X1IDxKEIhiAWYgU2B2nK5aeeAejqLmkRVWFBUZelgS)