LOS PUEBLOS ORIGINARIOS Y LA VOZ DE POETAS MUJERES EN LAS CLASES DE ESPAÑOL
“La vida y la muerte se hermanan
Al mirar atrás
Puedo ver el camino
y las huellas que voy dejando” (Graciela Huinao, poeta mapuche)
La América Latina de muchas lenguas, olvidada, escondida, suprimida bajo la falsa idea de una unidad lingüística, cultural, religiosa y de territorios tomados a la fuerza por los colonizadores, por muchos siglos y, hasta hoy, se descoloniza, poco a poco. En ese proceso, los diálogos con el pasado, el reconocimiento de derechos, de la diversidad de lenguas, del derecho a la tierra se conquistan o rescatan al darles voz a los que fueron oprimidos. En ese sentido, toda América Latina ha enfrentado durante el siglo XX, y todavía en el XXI, diversas batallas por dicho reconocimiento y la vida de sus pueblos originarios. Brasil, en este momento, por ejemplo, lucha por revertir el genocidio lento y silencioso de los Yanomamis y dar a conocer a todos la importancia de su existencia.
Podrán decirnos algunos, ¿pero no será demasiado político trabajar con estos temas en las clases de español? Creo que las sombras de la intolerancia nos dejaron igualmente marcas y recelos los últimos tiempos. La pregunta se puede responder con otra pregunta: ¿tendrá lo que es justo un lado político o lo justo y lo verdadero tendrían que existir o desvelarse por lo que son? La cuestión indígena hoy es la cuestión de la Tierra. Y si nos preocupamos con el futuro del planeta, pasamos por dos puntos clave: el respeto a los pueblos originarios y a las mujeres.
Confirmada entonces nuestra disposición verdadera en entender y acercarnos al tema, y en ese campo del rescate y el diálogo entre pasado y futuro, utilizaremos la Literatura como eslabón, pues cumple un papel esencial en el desarrollo de la sensibilidad, de la alteridad, de la comprensión del otro. Reconocer el derecho a la palabra es el primer paso para el reconocimiento de la existencia. Aquí, proponemos un acercamiento a estas voces para el desarrollo de la reflexión de nuestros estudiantes de la Secundaria, el reconocimiento de nuestras historias en común y el pensar un futuro distinto.
Hay muchos caminos para la elaboración de una secuencia didáctica sobre el tema, pero en todos casos, creo que es necesario empezar desde la desconstrucción de la historia oficial y el rescate de la verdadera memoria. Como diría Eduardo Galeano, “el que tiene el poder tiene la palabra”, así, la historia oficial siempre ha sido contada por hombres, blancos, ricos y militares, según el autor.
Tras el trabajo con los estudiantes sobre la existencia de los pueblos originarios, la llegada de los europeos y la concienciación sobre las versiones de la Historia, se pueden realizar diferentes acercamientos a la producción y actualidad de los pueblos en diferentes regiones de América. Un ejemplo, es el tema del activismo indígena, tomando como punto de salida la biografía de la guatemalteca Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz, haciendo un paralelo con otras activistas mujeres en el mundo, o los conflictos políticos actuales, como los recientes sucesos en Bolivia o Perú, o bien el derecho a la pervivencia de las lenguas originarias, como el quechua o el maya. De acuerdo con el contexto de trabajo y las realidades de sus estudiantes, el profesor podrá encontrar puentes para la discusión y la elaboración de proyectos que desemboquen en un aprendizaje significativo.
En esta propuesta, traemos un acercamiento por medio de la Literatura, en específico la palabra femenina, las escritoras mapuches para discutir cuestiones esenciales con los estudiantes como: ¿Quién escribe la historia? ¿Quién tiene derecho a la voz? ¿Qué identidad o identidades verdaderas se ocultaron y por qué? ¿Qué es el reconocimiento lingüístico y cuál su papel?
Los mapuches son un pueblo originario de la región centro sur de Chile y parte de Argentina que enfrentaron siempre conflictos por el derecho a permanecer en sus tierras, a hablar su lengua, a existir, a ejemplo de otros pueblos indígenas.
En Chile, Graciela Huinao fue la primera mujer indígena miembro de la Academia Chilena de la Lengua. Se trata de la primera mujer indígena en América a ocupar puesto semejante. Como una de las representantes de la Literatura Mapuche, ha podido llevar al mundo su cultura con Walinto, título de su primer libro y nombre de la comunidad donde nació, buscando dar visibilidad a la lucha de su pueblo, incluso en tiempos de democracia. Como mujer indígena, ha abierto las puertas para otras mujeres. En este sentido, representatividad es siempre algo importante y tema que se debe discutir con los estudiantes.
El hecho de que hubiera escritores mapuches ganando lugar en las Letras, fue, obviamente una conquista. Sin embargo, la presencia de mujeres era aún, pequeña, cuando empezó Graciela, según cuenta en una entrevista. Actualmente, hay muchas más mujeres escribiendo y publicando.
El profesor podrá trabajar a partir de algunos materiales disponibles en internet, como el Proyecto Diálogo[1] en el que encontrará videos, biografías, audios de las producciones de diferentes poetas mapuches en español y en mapundungun, lengua originaria y que dispone, aún, de un canal de contacto para actividades de mediación escolar. Además, artistas mapuches crearon en 2016 la Comunidad Catrileo+Carrión[2], dedicada a las prácticas investigativas y creación multidisciplinar en arte, con el que el profesor podrá traer más aporte para los diálogos con los estudiantes.
A partir del trabajo con las autoras en específico y en diálogo con las otras producciones artísticas mapuches, el profesor podrá realizar con los alumnos actuando en los campos de Investigación y Estudios y también en el campo Artístico- Literario, proyectos de interlocución, por ejemplo, buscando identificar autoras indígenas de Brasil, sus temáticas, sus preocupaciones y reivindicaciones realizando paralelos con las obras mapuches. Al igual, discutir, el tema de la lengua e identidad femeninas, en los grupos urbanos marginados, su forma de expresión y los puntos de convergencia.
¿Quiénes somos? ¿Qué nombre tenemos? ¿Seré acaso lo que me dicen que soy? Cuestiones que perviven a lo largo de nuestra existencia.
En el poema “Üy” de Maria Isabel Lara Millapan, dice:
Cuando nos cambiaron los nombres teníamos nombres de aves, de animales y de piedras. Nombre de árboles y de flores del territorio donde nacimos. Teníamos nombres de agua de barro y de nieve, los mismos nombres de los abuelos quedaron heredados en sus hijos y en sus nietos. Vamos a preguntar por el nombre que nos pertenece.[3]
[1] https://www.escritoresindigenas.cl/wirife
[2] https://artatatimelikethis.com/follow-the-dust/catrileocarrin-community
[3] Üy– Kakekününgi, Niefuiñ üñüm üy, kulliñ üy ka kura üy anümka ka rayen chew taiñ choyünmew, ko üy niefuiñ, fotra ka piretaiñ pu chuchu taiñ üy taiñ laku, müleweki tañi pu reñma mew ramtumetuiñ chem üy am ta niefuiñ.