Reinventando el dictado
Hay algunas actividades para el área de Lenguajes que son verdaderos “clásicos” en términos de estrategias pedagógicas. Entre ellos encontramos el “dictado”. Aunque a muchos les parezca, hoy día, algo innecesario o ya bien pasadito de moda, si se lo comparamos a un sinfín de ejercicios tecnológicos, el dictado guarda en sí un aspecto fundamental para la consolidación del aprendizaje lingüístico que es la utilización de la memoria, tanto en lo que concierne a la asociación REFERENTE-PALABRA como al análisis contrastivo entre L1-L2.
Para ejemplificarlo, véanse algunos ejemplos de estrategias posibles a partir del “dictado”.
- Dictado clásico: usted define o restringe con antelación un corpus lexical y lo dicta a sus alumnos para que ellos lo reproduzcan con base en lo que usted les diga o pronuncie.
- Dictado bilingüe: usted les dicta en Portugués para que ellos lo reproduzcan en Español (sea en una hoja, en el cuaderno o en la pizarra).
- Dictado Figura-Palabra: usted les enseña imágenes para que ellos escriban los nombres en Español.
Pero se puede variar la técnica…
En la tabla con imágenes se puede:
– pedir que escriban el nombre de cosas específicas (animales, prendas de vestir, herramientas, cosas redondas, vegetales, cosas mojadas, cosas hechas con madera, papel, plástico…, cosas que empiecen con la A, la B, la M…, cosas que tengan más de tres sílabas…);
– repartirla a los alumnos para que cada cual elija 19 dibujos, además del B7 (sugerencia mía) ya señalado en la tabla de respuestas. Entonces, los alumnos le devolverán el material debidamente pintadito para que usted lo vuelva a repartir. Esta vez el próximo alumno escribirá el nombre de las figuras pintadas por su compañero. La ventaja es que usted tendrá una infinidad de combinaciones de palabras seleccionadas, tantas cuanto sea el número de estudiantes en clase. Ellos determinarán qué palabras deberán escribirse. Si no queremos o si no nos parece interesante que los alumnos coloreen las figuras, podremos pedirles que indiquen solamente las coordinadas relativas a las palabras que desean que los compañeros escriban;
– de dos en dos, delante de la pizarra, un alumno de la pareja le dicta la coordinada para que su compañero ubique la figura indicada y escriba la palabra correspondiente. Si la acierta, podrá elegir a otro compañero para que, a su turno, haga el registro de una nueva palabra dictada.
Es también posible confeccionar tablas más chicas, con un número reducido de imágenes, para hacer un BINGO. En este caso, usted pondrá todas las imágenes en pequeñas fichas recortadas, guardándolas en una bolsa para los alumnos hagan el sorteo/dictado a los demás. La corrección podrá estar hecha en la pizarra.
En las situaciones descritas, cabrá a usted tan solo acompañar el desarrollo de la actividad para que no haya imprevistos en cuanto a la organización y desarrollo de la clase. Piense que las imágenes utilizadas para la construcción de la tabla quedan a su elección o, si es posible, usted podrá pedirle al grupo que dibuje o recorte, según su conveniencia, variando el vocabulario para que se ajuste a lo que ya se haya trabajado o para hacer el repaso/fijación de lo que se quiere.