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Propósito

Hace no tanto, Sergio Pitol, galardonado con el Cervantes 2005, reflexionaba sobre libros. Decía así:

<<La palabra libro está muy cercana a la palabra libre; sólo la letra final las distancia: la ‘o’ de libro y la ‘e’ de libre. No sé si ambos vocablos vienen del latín liber («libro»), pero lo cierto es que se complementan perfectamente; el libro es uno de los instrumentos creados por el hombre para hacernos libres. Libres de la ignorancia y de la ignominia, libres también de los demonios, de los tiranos, de fiebres milenaristas y turbios legionarios, del oprobio, de la trivialidad, de la pequeñez. El libro afirma la libertad, muestra opciones y caminos distintos, establece la individualidad y al mismo tiempo fortalece a la sociedad y exalta la imaginación. Ha habido libros malditos en toda la historia, libros que encarcelan la inteligencia, la congelan, y manchan a la humanidad, pero ellos quedan vencidos por otros, generosos  y celebratorios a la vida, como el Quijote, Guerra y paz, las novelas de Galdós, todo Dickens, todo Chéjov, todo Shakespeare, La montaña mágica, el Ulises, los poemas de Whitman y los de Rubén Darío, Leopardi, López Velarde, Rilke, Pablo Neruda, Octavio Paz, Antonio Machado, Luis Cernuda, Gil de Biedma y tantísimos más que derrotan a los otros. Si el hombre no hubiese creado la escritura no habríamos salido de las cavernas. A través del libro conocemos todo lo que está en nuestro pasado. Es la fotografía y también la radiografía de los usos y costumbres de todas las distintas civilizaciones y sus movimientos. Por los libros hemos conocido el pensamiento chino, griego, árabe, el de todos los siglos y todas las naciones. En fin, el libro es para nosotros un camino de salvación. Una sociedad que no lee es una sociedad sorda, ciega y muda>>.

¿Qué podría añadir una profesora de Lengua y Literatura? Poco más. Acaso que necesitamos con urgencia conseguir que nuestros jóvenes lean. No por el afán consumista que nos contagia en estos días de rebajas ulteriores a la Navidad. Próposito de año nuevo: conseguir que nuestros jóvenes lean. Ardua tarea. Titánica. En un mundo de múltiples estímulos donde lo tecnológico prima y deja poco margen al olor de los libros, al tacto de sus páginas, a la inmensa satisfacción del disfrute de las palabras que los conforman. “Una imagen vale más que mil palabras” ¡Qué cierto es! Aunque solo a veces, cuando las palabras sobran. Me resisto a pensar que una imagen vale más que las palabras de Pedro Salinas, o que los poemas de  Ángel González, o del tristemente fallecido Pablo García Baena. Todos también maravillosos aunque no citados por Pitol. Ahora que subimos cuestas de enero, que se aplica el  ciento cincuenta y cinco y lloramos tantas pérdidas, recordemos los primeros versos de Ensaladilla de Navidad:

<<La ñora y la aceña,

madroños, la braña,

lueñes los rebaños,

añil la montaña,

armiños que añudan

piñas y castaña.

(…)

Plañen añafiles:

—Señora y Compaña…

El Niño soñando

la ñorba.

Y España.>>

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Ruth Martinez

Periodista y profesora de Secundaria y Bachillerato en la Comunidad de Madrid. Especia lidad didáctica:: Lengua Castellana y Literatura. La comunicación como destino, la literatura como camino. EI lenguaje,la lengua, la palabra. EI lat ido de la esencia humana en la pasión por la docencia entendida como un proceso integral. Una profesión ejercida sin avaricia pero con rigor y exigencia,con la pasión que es la madre de todas las victorias.

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