CONVIRTIENDO AL CINE EN LITERATURA: PROPUESTA DE TALLER DE CINE Y ESCRITURA PARA LOS ALUMNOS DE ESPAÑOL
Como los lectores podrán saber al acompañar mi trayectoria en este Blog, uno de los temas que más me apasionan es el cine y como este proporciona a los estudiantes, y al ser humano, la posibilidad de vivir aspectos esenciales para la reflexión, el desarrollo emocional, y, en nuestro caso específico, el contacto más cercano y realístico con el idioma y las culturas de los países que hablan el español.
En tiempos de Netflix y otras plataformas de cine, obviamente las películas, o la serie de la moda, podrán colaborar en ese proceso continuado de ensanchar la visión de los alumnos frente a este mundo tan múltiple. Sin embargo, como profesores, nos interesa activar habilidades lingüísticas y proporcionar, además, el contacto con la lectura, puesto que, esta elimina la imagen y motiva a la imaginación de forma más directa.
El taller de cine, una de las opciones con las que siempre he buscado trabajar, me parece adecuada y siempre capaz de renovarse y actualizarse, pues se pueden explotar diferentes géneros, temas, desarrollar habilidades de cada alumno de forma individual y en equipos, pudiendo, incluso, adaptarse a innumerables proyectos a lo largo del año y conversar con otras áreas de estudio.
Al trabajar con el cine o con la Literatura, lo difícil será primero identificar puntos de convergencia en el grupo de alumnos en términos de intereses, preferencias entre ellos. De todos modos, no debemos olvidar que algunas obras no les son familiares y nos toca a nosotros ampliar el abanico de opciones para que, luego, puedan elegir de manera concienciada. Debemos escuchar sus preferencias, pero, no ceder al lugar común, al contrario, buscar opciones relevantes y conectadas al proyecto desarrollado por el equipo de profesores al inicio del año y que, además, motiven a los alumnos. Recuerdo aquí que, al realizar el plan del curso, es importante entender que siempre debe haber espacio para su adaptación de acuerdo con el análisis del grupo de alumnos y sus necesidades en los diferentes niveles.
En este caso específico, propongo un trabajo que vaya del cine a la Literatura, un poco al contrario de lo que se suele hacer, cuando motivamos a los alumnos a leer determinadas obras que ganaron vida en la pantalla grande.
Un ejemplo de salida es la discusión de la obra El Laberinto del Fauno (2006), de Guillermo del Toro, que fue adaptada a la Literatura en 2019 por el propio director/autor y la autora alemana Cornelia Funke, con ilustraciones de Allen Williams.
En lugar de, en este momento, trabajar con el guion de cine, una opción deseable en un taller de cine, hacemos el camino al revés. ¿Cómo transponer una obra de cine para la escritura, y despegarnos de la imagen hacia la imaginación más pura al representar una historia?
En un artículo del periódico digital La Jornada, de México, sobre la adaptación de El Laberinto del Fauno para la versión literaria, Cornelia Funke nos plantea la pregunta:
‘‘Todos conocemos libros que se convierten en películas, pero a menudo la representación en la pantalla nos decepciona porque no logra reproducir aquellas imágenes que habíamos concebido en nuestra imaginación. Pero ¿qué pasaría si se pidiera a un escritor que llevara a cabo justo el proceso contrario y convirtiera en palabras nuestra película favorita?”
(Disponible en:< La Jornada: Convierten El laberinto del fauno de filme a libro; circula ya en México. Acceso el 28 de jul. 2023).
Este puede ser el punto inicial del trabajo con los alumnos, buscando reflexionar sobre los temas Literatura, imagen, reescritura, imaginación, género, entre otros y animándolos a elegir qué películas podrían convertirse en un libro. Obviamente, tras la elección razonada de la película, se puede definir una escena y convertirla en un cuento corto, por ejemplo, considerando importante trabajar con las características de esa producción literaria, acercándose al repertorio lingüístico del alumno y ampliándolo, de acuerdo con lo esperado en esa etapa de estudios.
Es importante, además, proponer en la discusión con los estudiantes lo que la autora alemana igualmente señala en la entrevista a La Jornada respecto a la creación a partir del cine:
‘‘[…] Todos los escritores sabemos bien lo insuficientes que llegan a ser a veces las palabras y cuánto más puede transportarte una imagen (…) ¡Y luego está la música! Guillermo utiliza la música con tanto virtuosismo en sus películas como lo hace con la cámara. Había algo en esa tarea imposible que me impedía resistirme”.
En ese sentido, la explotación y trasposición de la película al papel va más allá de recontar o resumir una historia, pero se trata de acercar al alumno de la percepción de todos los elementos utilizados en el cine para causarnos determinada emoción y transmitir un mensaje, ni siempre tan obvios.
¡Espero que nuevas ideas surjan en las clases y me gustaría saber más sobre ellas! ¡Escríbanme!
¡Hasta la próxima!