Pues… nada
Hoy me acordé de una broma que compartía con un amigo alemán, a quien le hacía mucha gracia que los españoles, en el momento en que no se le ocurría a uno qué más decir, cuando la conversación empezaba a languidecer, dijesen «Pues… nada». Él estudiaba español y le llamaba mucho la atención ese uso...Lea mas